Hay un dicho popular que dice que “el que mucho abarca poco aprieta” y en casos como estos, aplica. Un Gobierno de Datos que quiere hacerlo todo y solucionarlo todo de manera simultánea está destinado al fracaso. Aquí la clave es FOCALIZAR los esfuerzos, lo cual implica elegir bien las batallas.
Por otro lado, el Gobierno de Datos que no es accionable no tiene visibilidad ni genera cambios, por ende, es necesario que el programa sea OPORTUNO, es decir, que se puedan ver los resultados de manera temprana.
En tercer lugar, se dice que lo que no se mide no se gestiona. Por ello es vital contar con métricas de impacto que nos indiquen rápidamente que el programa está teniendo los efectos esperados, o si es necesario modificar su curso. Esto requiere no solo desarrollar artefactos hacia fuera del programa, sino hacerlo MEDIBLE al interior.
Finalmente, pero no menos importante, no se puede esperar que un programa de estas características, que tiene una fuerte conexión con la cultura empresarial, tenga un alto impacto si no involucra de manera efectiva a los líderes para imprimir un carácter ESTRATÉGICO.